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2 agosto 2017El futuro de la industria musical de la mano de la economía colaborativa
Era de esperar que un “producto” de consumo tan universal como lo es la música tarde o temprano fuera a jugar un papel importante en el fenómeno de la economía colaborativa.
Desde la experiencia de los propios productores de música, pasando por la de los fans que la consumen y todos los agentes e industrias asociadas al sector se puede afirmar que el futuro de la música estará estrechamente relacionado con la creación, producción distribución y el consumo colaborativo.
En un artículo publicado en Synchtank y posteriormente reseñado en Industria musical se ilustra este fenómeno de la mano de 4 start ups musicales:
Dot Blockchain
Creada por el fundador de PledgeMusic Benji Rogers, Dot Blockchain Music está desarrollando un nuevo formato y architectura tecnológica de soporte para dar origen a un mecanismo justo y transparente para que los creadores puedan gestionar sus derechos. En términos más sencillos: están creado un nuevo estándar para la creación de archivos digitales (pensemos en la nueva versión de archivos FLAC, WAV o Mp3), que puedan estar enlazados permanentemente a una base de datos de distribución global de derechos.
En lugar de transferir archivos de música en formato .mp3, que contienen una metadata y una imagen, el formato .bc incluirá todos los archivos de música, una metadata exhaustiva, y contratos digitales que estipulan las reglas de uso de ese archivo. El formato .bc sería un tipo de formato comprimido, similar a los archivos .zip
La tecnología Blockchain ha estado recibiendo mucha atención de personas dentro de la industria de la música, pero también en las industrias financieras, logística y en muchos otros sectores. Un ejemplo muy conocido de esta tecnología actualmente en acción es la moneda electrónica Bitcoin.
Blockchain ofrece un registro compartido en el cual cualquier participante puede ver las entradas a ese registro y su funcionamiento. Debido a que la información solo se puede anexar, la única forma de cambiar los valores dentro del registro es al escribir nuevos datos en él. Todos estos cambios son registrados, lo cual garantiza la transparencia. Los cambios al registro deben ser verificados por los participantes, por lo que es un sistema basado en el consenso.
Audiokite
Recientemente adquirida por ReverbNation, Audiokite permite a los artistas subir su música y pedir feedback directamente a los usuarios. El servicio tiene un costo que la mayoría de los músicos podrían pagar por una investigación de mercado, y ofrece información acerca del tipo de persona a la que le ha gustado la música, con qué tipo de música se asocian y cuáles son las fortalezas y debilidades de la canción.
El servicio mantiene los costos bajos utilizando Amazon Mechanical Turk para conseguir a los encuestados, quienes a través de esta red pueden realizar las tareas y recibir un pago de entre $0.13 y $0.50 por cada canción que escuchan.
La tendencia que ha dado origen a Audiokite es la creciente economía on-demand, la cual incluye a compañías como Uber y TaskRabbit. Asimismo Audiokite es parte de la desintegración del negocio de la música, pues servicios como este solo estaban disponibles tradicionalmente para compañías discográficas con el presupuesto para realizar investigaciones de mercado, pero a través de este formato cualquier artista puede utilizarlo.
Stagelink
Salida de la aceleradora Marathon Artists LABs en Londres, Stagelink permite a los músicos utilizar crowdsourcing y crowdfunding para llevar a cabo conciertos. El servicio permite a los fans alrededor el mundo indicar en qué ciudad quieren ver a su banda favorita, así como pre-comprar entradas. De esta forma los fans pueden invertir en el tour directamente, lo cual podría significar que más artistas puedan salir de gira.
De forma similar que Audiokite, esta tendencia tiene mucho que ver con la desintegración de la industria tradicional de la música. Frecuentemente se utiliza el término “desintermediación” sin embargo estamos viendo muchos más intermediarios actualmente. Lo que es nuevo es que los artistas ya no tienen que pasar obligatoriamente por las estructuras de la industria sino que pueden escoger invertir su tiempo en hacer las cosas por su cuenta, intercambiando directamente con el fan.
Resonate
Definido como un servicio de streaming de propiedad cooperativa, Resonate cree que lo que hace falta en el panorama digital actual es un servicio cuya propiedad reside en la gente que lo utiliza. Cuando Tidal apareció, uno de sus puntos de diferenciación más importantes era que era un servicio propiedad de artistas, pero en el caso de Resonate no se trata solo de inversionistas multimillonarios, sino que cualquier artista que tenga su música allí puede convertirse en dueño parcial.
Resonate viene siendo un fenómeno de la sharing economy, una frase más comúnmente asociada con otras industrias (Airbnb, Uber), sin embargo el término se refiere al consumo, producción y distribución colaborativos.
Al permitir que tanto los fans como los artistas sean dueños de la plataforma, y puedan tomar decisiones en ella, el valor que genera la plataforma a la larga se devuelve a ellos mismos y no va a parar a manos de terceros.
Tomado del blog de Industria Musical